Este es uno de los post más cortos y menos explicativos que publico, pero es que es tan obvio que no necesita ser extenso. Es un femómeno inexplicable .
Ese es un curioso caso de cómo nos puede engañar nuestra vista cuando salimos de marcha. El fenómeno es el siguiente: depende de con quien esté una persona puede parecernos más o menos guapa. Todo depende de con quien esté acompañada dicha persona. Como siempre, hablo desde el punto de vista masculino.
Pones a una chica del montón al lado de una guapa y la del monton es fea.
Pero coges a la del montón y la pones al lado de una feísima y automáticamente es guapísima.
Porqué? Ni idea, pero tengo que deciros: si sois del montón, juntaos a feos.
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